A casi dos meses del inicio de la cuarentena, ir a la peluquería se convirtió en una necesidad. Y eso se vio reflejado en los distintos salones de la capital, donde trabajaron sin descanso.
Pese a que se había aclarado que atenderían solo con turnos, y a que el paro de colectivos les impidió a muchos trasladarse, el día de reapertura de las peluquerías fue un éxito.
En el caso de la tradicional peluquería para niños que funciona en la esquina de Santiago y Junín, padres y peluqueros compartieron risas por el largo del pelo después de tanto tiempo sin cortarse. Cubrieron todos los turnos y hasta agendaron nuevos para los próximos días.
Se respetaron las distancias y las normas de higiene que exige el protocolo.